domingo, 17 de junio de 2012

Cuentos Intrascendentes

No lo entenderán, nadie lo hace, nadie acaso lo ha hecho y probablemente, nadie lo haga, o tal vez si, y entonces no lo entenderé, no lo entendería o no lo entendí en su momento… no lo se.

La noche esta oscura, aunque creo que es de día, quizás porque aquí las noches poseen un sol que ilumina, y los días son oscuros y sin estrellas. No he visto noches aun. De igual modo no importa, si lo piensan nada importa… Y eso, es lo único importante. Nadie lo entiende.

Él si lo hizo, una vez, aunque calló, lo entendí por su silencio, o por sus charlas vacías de sentido, que no hacían otra cosa que disimular su silencio. Él lo sabia, aunque jamás lo confeso, siempre se hizo el desentendido ante mis insistentes preguntas; cada vez que yo le preguntaba el decía: “¿Pero de que me estas hablando?”.  Y yo contestaba, no se confunda, se bien que usted lo sabe, se lo dije, o tal vez lo pensé… no lo se, no importa. Lo que si se es que me reí, sonreí, y volví a reír.

Una noche o tal vez un día, de esos oscuros que ahí aquí y no en otra parte, él se fue. Pero al tiempo, unos meses, días, horas, o quizá unos cuantos minutos, volví a verlo, o eso creo, en realidad, no era él, lo se porque no me comprendió, igual no importa, nadie lo hace y tal vez nadie jamás lo haga.

Pero volvió de nuevo, si es que es posible acaso volver dos veces yéndose tan solo una. Pero volvió un día, o tal vez una de esas noches con sol; Me miró y callé, no fui capaz de articular palabra alguna, pero el río y dijo: “ No se confunda, Yo se que me entiendes”; le pregunte de que hablaba, sonrío y río de nuevo.

Al rato, estábamos hablando de parientes que no creo recordar, o conocer si quiera, luego de política y de algún programa de la tele o algún libro, no lo se. Pero hablábamos, ya saben, de temas sin importancia. Si lo piensan, pocas cosas importan.

Lo mire callado, lo escuche atentamente, y sin embargo no importaba, no lo comprendí entonces y no lo comprendo aun, no logro entenderlo y quizás nadie lo haga. 

Entonces me fui o quizá regrese, no lo se, no recuerdo haberme ido o haber vuelto. Creo que en realidad nunca me fui, por lo tanto, nunca volví, aunque si regrese… no lo se, no importa, nadie lo comprende, nadie acaso lo ha hecho y tal vez, nadie jamás lo haga.

Existen aqui días oscuros y sin estrellas, y noches con sol, aun no se cual es cual, pero no importa, ya no importa.

“Errāta (Errata.)”
Autor: Aldo Nestor Bravo.
Santiago del Estero 14 de mayo de 2012.
Dibujo: Salomón Castillo